Palabra en RedArtículos – Palabra en Red https://biblio1.mdp.edu.ar/revista Revista de la Biblioteca Central - UNMdP Fri, 17 May 2024 16:02:47 +0000 es hourly 1 Staff https://biblio1.mdp.edu.ar/revista/article/editorial/ https://biblio1.mdp.edu.ar/revista/article/editorial/#respond Wed, 16 May 2018 14:05:20 +0000 Esp. Oscar Fernandez http://biblio1.mdp.edu.ar/revista/?post_type=article&p=12 Palabra en Red
Staff
Alejandra Berutti – Jorge Castorina
Gabriela Di Sario – Nélida Fenigrini
Lucas Frickman – Jorge García
Javier Giménez – Marcela Ravera
Coordinadora en esta edición
Pamela Marcote
Diagramación y Diseño
Ariel Barrios – M. Cristina Bernabé
Colaboradora:
Adriana Bocchino
Ilustración de Tapa
Julio Ibarra
Universidad Nacional de Mar del Plata
Rector
C.P.N. Alfredo Remo Lazzeretti
Vicerrector
Dr. Daniel Antenucci
Secretario Académico
Mg. Daniel Reynoso
Secretaría de Extensión
Lic. Romina Colacci
Director de la Biblioteca Central
Esp. Oscar Fernández

Publicación Institucional de la Biblioteca Central de la Universidad Nacional de Mar del Plata de distribución gratuita.
ISSN – en trámite

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Editorial https://biblio1.mdp.edu.ar/revista/article/270/ https://biblio1.mdp.edu.ar/revista/article/270/#respond Wed, 28 Nov 2018 17:13:45 +0000 Cristina Bernabe http://biblio1.mdp.edu.ar/revista/?post_type=article&p=270 Editorial

Tenemos la enorme satisfacción de presentar este primer ejemplar de la Revista Palabra en Red que consideramos será un importante y nuevo vínculo no sólo con toda la Comunidad Universitaria sino también con el resto de la población adonde llega la actividad de nuestra Universidad.
Fiel a los principios expresados en el Estatuto de nuestra Universidad consideramos que esta publicación contribuirá “…a la discusión de los grandes temas nacionales y mundiales, asumiendo posiciones comprometidas que faciliten la aprehensión, comprensión y socialización de dichos asuntos y proponiendo estrategias capaces de generar una verdadera justicia social que tenga como guía suprema el respeto absoluto de los derechos humanos…” 1
Que mejor comienzo entonces que los textos aquí reunidos en torno a la vida y la desaparición de Rodolfo Walsh. Memoria, verdad y justicia son términos que en la Argentina integraron desde comienzos de la década del ochenta una serie de pronunciamientos repetidos en permanente en todos los reclamos no sólo de los organismos de Derechos Humanos, sino que también se trasladaron al conjunto mayoritario de toda la población.
Desde el retorno de la Democracia en nuestro país la mayoría de la población ha elegido claramente y de diversas formas recordar. Los variados proyectos de olvido y amnistía han fracasado y terminaron cediendo frente a la voluntad imperturbable de rememorar y no olvidar la terrible experiencia del Terrorismo de Estado.
En este sentido, consideramos que es necesario comenzar a consolidar una Historia en la cual ya no se trate sólo de considerar el núcleo duro de la asociación entre terrorismo y criminalización por parte del Estado como ente autónomo responsable de la experiencia de violaciones de Derechos Humanos en gran escala en la Argentina, sino que también se considere que la sociedad misma en sus organizaciones, sus grupos y sus tradiciones debe ser interpelada consecuentemente en su relación con la intolerancia y el autoritarismo.
Creemos que de esta forma podremos asegurar que la Historia consolide lo que hasta hoy la Memoria asume como parte de una etapa o un período nefasto signado por el autoritarismo y la intolerancia y que podamos expresar al igual que Elie Wiesel 2 que  “Sorda a toda razón, la intolerancia no es solamente el vil instrumento del enemigo, sino que ella es el enemigo mismo”

Mg. Daniel Reynoso
Secretario Académico
UNMDP

_________________________________________

1 .- UNMDP. Ordenanza de Consejo Superior Nº 2667/17.
2 .- Elie Wiesel (1928-2016). Escritor húngaro sobreviviente de los campos de concentración nazis.
Premio Nobel de la Paz 1986.

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62 años de «Operación Masacre» https://biblio1.mdp.edu.ar/revista/article/tapa-revista-mayoria/ https://biblio1.mdp.edu.ar/revista/article/tapa-revista-mayoria/#respond Fri, 31 Aug 2018 16:25:43 +0000 Cartel Muestra http://biblio1.mdp.edu.ar/revista/?post_type=article&p=251

Walsh, Rodolfo. Operación masacre: Un libro que no encuentra editor.
En :  Mayoría. Buenos Aires: Mayoría, Año 1, N° 8 (1957)

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Compilación bibliográfica https://biblio1.mdp.edu.ar/revista/article/compilacion-bibliografica/ https://biblio1.mdp.edu.ar/revista/article/compilacion-bibliografica/#respond Fri, 31 Aug 2018 15:49:23 +0000 Por Marcela Ravera http://biblio1.mdp.edu.ar/revista/?post_type=article&p=245  Compilación bibliográfica

Prof. Marcela Ravera

La elaboración de un Repertorio Bibliográfico nunca es tarea fácil, pues exige una importante actividad de búsqueda y confrontación. Pero además, el tema que nos convoca lo hace aún más desafiante: la obra de Rodolfo Walsh!, una vida con tantas aristas: intelectual, periodista, escritor y militante revolucionario,  y cada una de ellas dio lugar a  la otra versión de Walsh, uno de los más grandes intelectuales del siglo XX. La versión del hombre comprometido a través de la literatura, una tarea que se daba simultáneamente entre la pluma y el fusil…

Walsh hace leer y escribir. Se lee su obra y se escribe sobre su vida. Con la premisa de que la muerte tiene propiedades didácticas, se intenta extraer ambiciosas conclusiones generales y compactadas síntesis.

En esta pequeña compilación se hizo sólo un recorte sobre el material existente en la Biblioteca y Hemeroteca Central de la Universidad Nacional de Mar del Plata, además de material digital que se encuentra en la Web, es por ello que las citas están acompañadas con el correspondiente link para su acceso. La cita bibliográfica está elaborada con las normas APA (American Psychological Association), esta norma es uno de los estándares más reconocidos para la transmisión del conocimiento científico y académico. Sin más preámbulos, les presentamos la obra de Rodolfo Walsh y a los autores que escribieron sobre él.

Bibliografía de Walsh

Libros

Walsh, R. (1987). ¿Quién mató a Rosendo? Buenos Aires: Ediciones de la Flor. (Biblioteca Central UNMdP).

-Walsh, R. (2003). ¿Quién mató a Rosendo? Buenos Aires: Ediciones de la Flor. (Biblioteca Central UNMdP).

-Walsh, R. (1987). Variaciones en rojo. Buenos Aires: Ediciones de la Flor. (Biblioteca Central UNMdP).

Walsh, R. (1972). Operación masacre. Buenos Aires: Ediciones de la Flor. (Biblioteca Central UNMdP).

-Walsh, R. (1988). Operación masacre. Buenos Aires: Ediciones de la Flor. (Biblioteca Central UNMdP).

-Walsh, R. (1994). Operación masacre. Buenos Aires: Ediciones de la Flor. (Biblioteca Central UNMdP).

-Walsh, R. (2000). Operación masacre. Buenos Aires: Ediciones de la Flor. (Biblioteca Central UNMdP).

-Walsh, R. (2003). Operación masacre. Buenos Aires: Ediciones de la Flor. (Biblioteca Central UNMdP).

-Walsh, R. (199-). Cuentos. Buenos Aires: Ediciones de la Flor. (Biblioteca Central UNMdP).

-Walsh, R. (2010). El violento oficio de escribir: obra periodística (1953-1977).  Buenos Aires: Ediciones de la Flor. (Biblioteca Central UNMdP).

 

 

Publicaciones Periódicas

Walsh, R. (1966). La Argentina ya no toma mate. Panorama. La revista de nuestro tiempo, (43) pp. 54-60. (Biblioteca Central UNMdP. (Hemeroteca).

-Walsh, R. (1989). Tres retratos. Crisis: ideas, letras, artes en la crisis, (76) pp. 48-50. (Biblioteca Central UNMdP. (Hemeroteca).

-Walsh, R. (1967). Vida y muerte del último servicio secreto de Perón. Todo es historia, 1(4) pp. 4-24. (                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                              Biblioteca Central UNMdP. (Hemeroteca).

 

Página Web

Ustedes no nos matan. (2003). La Ventana. Portal informativo de la Casa de las Américas. Recuperado de: http://laventana.casa.cult.cu/noticias/2003/10/01/ustedes-no-nos-matan-039/ (consultado 7/8/2018).

Cartas de Rodolfo Walsh para su hija Vicki y su yerno Emiliano Costa y poema de José Carlos Coronel, poeta, militante montonero caído en combate contra el ejército junto a M. Victoria Walsh, Isamel Salame, José Beltrán y Alberto Molinas el 29 de setiembre de 1976.

  -Walsh, R. (1976). A 30 años del Golpe en Argentina: La Autobiografía de Rodolfo Walsh. La Ventana. Portal informativo de la Casa de las Américas. Recuperado de: http://laventana.casa.cult.cu/noticias/2006/03/24/a-30-anos-del-golpe-en-argentina-la-autobiografia-de-rodolfo-walsh/ (consultado 7/8/2018).

-Walsh, R. (1976). Carta a mis amigos. Rodolfo Walsh textos de y sobre Rodolfo Walsh.  Recuperado de: http://www.elortiba.org/old/walsh.html#Carta_a_mis_amigos (consultado 8/8/2018).

Rodolfo Walsh, diciembre de 1976. Fuente: La fogata, recordando a Vicki Walsh, a 29 años de su caída en combate.

– Walsh, R. (1972). Recuerdo del 29 de mayo de 1969 en Argentina. cordobazo. Rodolfo Walsh textos de y sobre Rodolfo Walsh.  Recuperado de: http://www.elortiba.org/old/walsh.html#Recuerdo_del_29_de_Mayo_de_1969_en_Argentina  (consultado 8/8/2018).

– Walsh, R. (1972). Rodolfo Walsh: Hay cosas que sería útil que fueran dichas. Rodolfo Walsh textos de y sobre Rodolfo Walsh.  Recuperado de: http://www.elortiba.org/old/walsh.html#RODOLFO_WALSH:_HAY_COSAS_QUE_SER%C3%8DA_%C3%9ATIL_QUE_FUERAN_DICHAS_(consultado 8/8/2018).

Fuente: “La voluntad. Tomo I” de Aguita-Caparrós, p. 535-536. Nota: la ausencia de comas es textual del libro, a su vez textual del original.

-Walsh, R. (s.f.). Yo, Rodolfo. Rodolfo Walsh textos de y sobre Rodolfo Walsh.  Recuperado de: http://www.elortiba.org/old/walsh.html#_Yo,_Rodolfo_  (consultado 8/8/2018).

 Bibliografía de autores que escriben sobre Walsh

 

Libros

-Bechara, M. A. (1998). Periodismo y literatura: lo fantástico y lo policial en Walsh. Paraná: Universidad Nacional de Entre Ríos. Facultad de Ciencias de la Educación. (Biblioteca Central UNMdP).

-Bocchino, A., García, R., & Mercére, E. (2004). Rodolfo Walsh: del policial al testimonio. Mar del Plata: Estanislao Balder. (Biblioteca Central UNMdP).

-Martinez, F., Orr, M. (2016). Rodolfo Walsh (Bibliografía). Mar del Plata: [s.n.] (Repertorio Bibliográfico). (Biblioteca Central UNMdP).

-Tosi, T. Y. (2016). Rodolfo Walsh (Bibliografía). Mar del Plata: [s.n.]. (Biblioteca Central UNMdP).

 

Publicaciones Periódicas

– Aguilar, G. (2000). Rodolfo Walsh, más allá de la literatura. Punto de vista 23(67) pp. 10-14. Biblioteca Central UNMdP. (Hemeroteca).

-Aguirre, O. (2018). Cartas de Walsh antes de Walsh. Ñ. Revista de cultura. 15(752) pp. 18. Biblioteca Central UNMdP. (Hemeroteca).

-Ancla: quien quiera oír, que oiga (2017). Revista Cítrica. 22/03/2017. Recuperado de: http://www.revistacitrica.com/ancla-quien-quiera-oir-que-oiga.html (consultado 7/8/2018).

Entrevista a Lucila Pagliai integrante de esa mítica redacción.

-Bocchino, A. (1999). Prensa Clandestina de Rodolfo Walsh: la escritura del territorio cercado. Celehis. Revista del Centro de Letras Hispanoamericanas 8(11) pp. 23-38. Biblioteca Central UNMdP. (Hemeroteca).

-Caruso, V. (2016). Literatura, política y experiencia: Rodolfo Walsh y la CGT de los Argentinos. Pilquen sección Ciencias Sociales 19 (3) pp. 52-65. Recuperado de: http://www.scielo.org.ar/pdf/spilquen/v19n3/v19n3a05.pdf  (consultado 7/8/2018).

-La casa de las Américas y l creación del género testimonio. (1995). Casa de las Américas. 36(200) pp. 120-121. Biblioteca Central UNMdP. (Hemeroteca).

-Castillo, C. (2002). El relato en la encrucijada. La (otra) Historia en la novela de no ficción latinoamericana. Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid (22) Recuperado de: https://webs.ucm.es/info/especulo/numero22/noficcio.html (consultado 9/8/2018). Biblioteca Central UNMdP. (Hemeroteca).

-Castillo, C. (2009). Rodolfo Walsh en el contexto setentista latinoamericano. Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid (43) Recuperado de: https://webs.ucm.es/info/especulo/numero43/rowalsh.html (consultado 9/8/2018). Biblioteca Central UNMdP. (Hemeroteca).

-Castillo, C. (2008). Walsh y el uso del enigma en el contexto de los tiempos: de Variaciones en rojo hasta Quién mató a Rosendo. Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid (38) Recuperado de: https://webs.ucm.es/info/especulo/numero38/rowalsh.html (consultado 9/8/2018). Biblioteca Central UNMdP. (Hemeroteca).

-Castillo, C. (2003). Yo acuso: Rodolfo Walsh y los años oscuros de Argentina. Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid (25) Recuperado de: https://webs.ucm.es/info/especulo/numero25/yoacuso.html (consultado 9/8/2018). Biblioteca Central UNMdP. (Hemeroteca).

-Dawyd, D. (2012). Del semanario al libro. La escritura del Rosendo de Rodolfo Walsh como construcción del vandorismo en la Argentina del peronismo fracturado. Trabajo y Sociedad Sociología del trabajo – Estudios culturales – Narrativas sociológicas y literarias.  15 (18) pp. 87-102. Recuperado de: http://www.unse.edu.ar/trabajoysociedad/18%20DAWYD%20Rosendo%20de%20Walsh.pdf (consultado 7/8/2018).

-Díaz, M., Crego, M., Durazzo, M. y Martínez Rossi, P. (2016). Noticias desde la clandestinidad, Publicable el diario de Tea. 15/12/2016. Recuperado de: http://www.diariopublicable.com/especiales/6477-noticias-desde-la-clandestinidad.html (consultado 7/8/2018).

Incluye audios de Carlos Aznarez y Ricardo Ragendorfer (ANCLA).

-Fernández, J. (2005). Rodolfo Walsh: lo que estoy descubriendo, caballeros, es como no escribir para los burgueses. LEA. Revista mensual de libros y cultura, 5(33) pp. 49-52. Biblioteca Central UNMdP. (Hemeroteca).

-Fernández Vega, J. (1997). La cólera de un particular. Rodolfo Walsh entre Borges y Perón, estética y política. Razón y revolución. Teoría, historia, política (3) pp. 126-133. Biblioteca Central UNMdP. (Hemeroteca).

-Friera, S. (2012). Una red contra el silencio. Ancla. Rodolfo Walsh y la agencia de noticias clandestina, 1976-1977, Página 12. 20/8/2012. Recuperado de: www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/17-26189-2012-08-20.html (consultado 7/8/2018).

-Montanaro, P. (2000). Rodolfo Walsh. LEA. Revista mensual de libros y cultura, 2(19) pp. 32-34. Biblioteca Central UNMdP. (Hemeroteca).

-Muleiro, V. (2006). Walsh, con las armas del lenguaje. Ñ. Revista de cultura. (154) pp. 6-10. Biblioteca Central UNMdP. (Hemeroteca).

-Operación Walsh (2014). Revista Maíz. Periodismo, cultura, política. Recuperado de: https://drive.google.com/file/d/0B9MUX80k_Q05dEliZWp5aDByTEk/view (consultado 8/8/2018). . Biblioteca Central UNMdP. (Hemeroteca).

-Paletta, V. (2007). El primer Walsh: el género policial como laboratorio. Anales de literatura hispanoamericana. (36) pp. 79-93. Biblioteca Central UNMdP. (Hemeroteca).

-Pedulla, Lucas. (2012). ANCLA, una historia clandestina. Revista Sudestada, 113. Recuperado de: http://www.revistasudestada.com.ar/articulo/986/ancla-una-historia-clandestina/ (consultado 7/8/2018).

-Piglia, R. (1987). He sido llevado y traído por los tiempos: entrevista a Rodolfo Walsh. Crisis. Ideas, letras, artes en la crisis. (55) pp. 16-21. . Biblioteca Central UNMdP. (Hemeroteca).

-Portella, I, Montero, H. & Ibarra, J. (2010). La pasión según Rodolfo Walsh. Sudestada.  9(86) pp. 30-35. Biblioteca Central UNMdP. (Hemeroteca).

-Sáez & Rimondino. (2000). Un gran escritor comprometido. LEA. Revista mensual de libros y cultura, 5 pp. 49.  Biblioteca Central UNMdP. (Hemeroteca).

-Sánchez, A. M. (1986). La propuesta de una escritura. Revista Iberoamericana. 52(135-136) pp. 430-445. Biblioteca Central UNMdP. (Hemeroteca).

 

Videos

-Cedrón, J., Aleandro, N, Carella, C., & Laplace, V. (27 de septiembre de 1973). Operación Masacre. [Archivo de video]. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=-f1XXFG4CHs (consultado 9/8/2018). Biblioteca Central UNMdP.

-Leijman, R.  (2007). Rodolfo Walsh. [Archivo de video]. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=kuB0OHu7I8U  (consultado 9/8/2018). Biblioteca Central UNMdP.

-Leijman, R.  (s.f.). Rodolfo Walsh: el violento oficio de escribir. [Archivo de video]. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=1BSZRWoqQMo (consultado 9/8/2018). Biblioteca Central UNMdP.

-Taibo, P. I.  (s.f.). El jefe: Rodolfo Walsh. [Archivo de video]. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=T4EqSdNJ7Gk (consultado 10/8/2018). Biblioteca Central UNMdP.

 

Tesis

– Agnoli, V. (s.f.). Los métodos y técnicas que utilizó Rodolfo Walsh para la creación del libro Operación Masacre. (Tesis de Licenciatura). Universidad Abierta Interamericana. Buenos Aires.  Recuperado de: http://imgbiblio.vaneduc.edu.ar/fulltext/files/TC065299.pdf  (consultado 8/8/2018).

Enlaces Web

-Agencia de Noticias Redacción. (2012). El periodismo era un arma casi tan importante como un fusil. Recuperado de: http://www.anred.org/?p=27135 (consultado 7/8/2018).

Arrestan en Brasil a presunto asesino de Rodolfo Walsh. (2015). La Ventana. Portal informativo de la Casa de las Américas. Recuperado de: http://laventana.casa.cult.cu/noticias/2015/07/08/arrestan-en-brasil-presunto-asesino-de-rodolfo-walsh/  (consultado 7/8/2018).

-Baschetti, R. (2012). Escritura y militancia política en Rodolfo Walsh. Rodolfo Walsh textos de y sobre Rodolfo Walsh. Recuperado de: http://www.elortiba.org/old/pdf/Baschetti_Walsh2.pdf  (consultado 8/8/2018).

– Baschetti, R. (2012). Rodolfo Walsh: cronología de vida y obra. Rodolfo Walsh textos de y sobre Rodolfo Walsh. Recuperado de: http://www.elortiba.org/old/pdf/Baschetti_Walsh3.pdf   (consultado 8/8/2018).

-Bonasso, M. (2008). El camino de Rodolfo Walsh. La Ventana. Portal informativo de la Casa de las Américas. Recuperado de: http://laventana.casa.cult.cu/noticias/2008/03/25/el-camino-de-rodolfo-walsh/ (consultado 7/8/2018).

-Bullentini, A. (2012). La casa de San Vicente. Rodolfo Walsh textos de y sobre Rodolfo Walsh. Recuperado de: http://www.elortiba.org/old/notapas1364.html  (consultado 8/8/2018).

Los cables de la Agencia de Noticias Clandestina (ANCLA) (1976).  Rodolfo Walsh textos de y sobre Rodolfo Walsh.   Recuperado de: http://www.elortiba.org/old/walsh.html#Los_cables_de_la_Agencia_de_Noticias_Clandestina_(ANCLA)_   (consultado 8/8/2018).

-Campos, M. (2007). Medio siglo de «Operación Masacre». La Ventana. Portal informativo de la Casa de las Américas. Recuperado de: http://laventana.casa.cult.cu/noticias/2007/07/09/medio-siglo-de-operacion-masacre/ (consultado 7/8/2018).

-Carriba, V. (2004). Rodolfo Walsh: un aniversario diferente. La Ventana. Portal informativo de la Casa de las Américas. Recuperado de: http://laventana.casa.cult.cu/noticias/2004/03/26/rodolfo-walsh-un-aniversario-diferente/ (consultado 7/8/2018).

-Dandan, A. (2012). Carta abierta por la memoria de Walsh. Rodolfo Walsh textos de y sobre Rodolfo Walsh. Recuperado de: http://www.elortiba.org/old/notapas1364.html  (consultado 7/8/2018).

-Fernández-Cuesta, M. (2013). Rodolfo Walsh y la ametralladora de escribir. La Ventana. Portal informativo de la Casa de las Américas. Recuperado de: http://laventana.casa.cult.cu/noticias/2013/04/08/rodolfo-walsh-y-la-ametralladora-de-escribir/  (consultado 7/8/2018).

-Ferrari, L. (2012). Se quedó acá y lo mataron. Rodolfo Walsh textos de y sobre Rodolfo Walsh. Recuperado de: http://www.elortiba.org/old/notapas1364.html  (consultado 7/8/2018).

-Ferreyra, L. (2006). A 79 años del nacimiento de Rodolfo Walsh. Rodolfo Walsh textos de y sobre Rodolfo Walsh. Recuperado de: http://www.elortiba.org/old/walsh.html#A_79_A%C3%91OS_DEL_NACIMIENTO_DE_RODOLFO_WALSH_  (consultado 8/8/2018).

Mujer y compañera de Rodolfo Walsh Fuente: Pagina/12, 09/01/06

-Ferreyra, L. (2012). Rodolfo, te escucharon. Rodolfo Walsh textos de y sobre Rodolfo Walsh.  . Recuperado de: http://www.elortiba.org/old/notapas1364.html (consultado 8/8/2018).

-Friera, S. (2013). Al profundizar sus búsquedas, Walsh pateó el tablero. La Ventana. Portal informativo de la Casa de las Américas. Recuperado de: http://laventana.casa.cult.cu/noticias/2013/05/13/al-profundizar-sus-busquedas-walsh-pateo-el-tablero-quot/ (consultado 7/8/2018).

-Friera, S. (2012). Una red contra el silencio. La Ventana. Portal informativo de la Casa de las Américas. Recuperado de: http://laventana.casa.cult.cu/noticias/2012/08/20/una-red-contra-el-silencio/ (consultado 7/8/2018).

-García Márquez, G. (2004) Rodolfo Walsh, el escritor que se adelantó a la CIA. La Ventana. Portal informativo de la Casa de las Américas. Recuperado de: http://laventana.casa.cult.cu/noticias/2004/04/19/rodolfo-walsh-el-escritor-que-se-adelanto-a-la-cia/ (consultado 7/8/2018).

-Grillo, R. (2008). Francisco Urondo: La palabra fusilada. La Ventana. Portal informativo de la Casa de las Américas. Recuperado de: http://laventana.casa.cult.cu/noticias/2008/01/10/francisco-urondo-la-palabra-fusilada/ (consultado 7/8/2018).

– Grillo, R. (2007). El violento oficio de Rodolfo Walsh. La Ventana. Portal informativo de la Casa de las Américas. Recuperado de: http://laventana.casa.cult.cu/noticias/2007/08/10/el-violento-oficio-de-rodolfo-walsh/ (consultado 7/8/2018).

-Hosne, A. (2007). Carta de un escritor a la Junta Militar. La Ventana. Portal informativo de la Casa de las Américas. Recuperado de: http://laventana.casa.cult.cu/noticias/2011/03/29/carta-de-un-escritor-a-la-junta-militar/ (consultado 7/8/2018).

-Jozami, E. (1996). Juegos de guerra. Rodolfo Walsh textos de y sobre Rodolfo Walsh. Recuperado de: http://www.elortiba.org/old/walsh.html#Juegos_de_guerra_(consultado 8/8/2018).

Un texto olvidado publicado en la revista “Nueva Política». Walsh y la «nueva izquierda» de los años ‘60. En diciembre de 1965 apareció el único número de una revista en la que participaban Ismael Viñas, su hermano David, Noé Jitrik y León Rozitchner. Rodolfo Walsh aportó un texto olvidado hasta hoy. Un rescate y un contexto de las ideas, quiebres y cambios de la izquierda de la época.

-Néspolo, M. (2010). Los magistrales relatos del guerrillero Walsh. La Ventana. Portal informativo de la Casa de las Américas. Recuperado de: http://laventana.casa.cult.cu/noticias/2010/03/25/los-magistrales-relatos-del-guerrillero-walsh/ (consultado 7/8/2018).

-Pedregal Cassanova, R. (2007). Rodolfo Walsh, las mudanzas del tiempo. La Ventana. Portal informativo de la Casa de las Américas. Recuperado de: http://laventana.casa.cult.cu/noticias/2007/06/22/rodolfo-walsh-las-mudanzas-del-tiempo/ (consultado 7/8/2018).

-Pedregal Cassanova, R. (2007). Rodolfo Walsh: ¿Para quién trabajan los intelectuales?. La Ventana. Portal informativo de la Casa de las Américas. Recuperado de: http://laventana.casa.cult.cu/noticias/2007/06/01/rodolfo-walsh-para-quien-trabajan-los-intelectuales/  (consultado 7/8/2018).

-Peralta, N. (2012). El legado literario y periodístico de Rodolfo Walsh. Rodolfo Walsh textos de y sobre Rodolfo Walsh. Recuperado de: http://www.elortiba.org/old/notapas1364.html  (consultado 8/8/2018).

-Piglia, R. (1973). Walsh entrevistado por Ricardo Piglia. Rodolfo Walsh textos de y sobre Rodolfo Walsh. Recuperado de: http://www.elortiba.org/old/walsh.html#Walsh_entrevistado_por_Ricardo_Piglia    (consultado 8/8/2018).

Sylvia Saítta y Luis Alberto Romero, Grandes entrevistas de la Historia Argentina (1879-1988),Buenos Aires, Punto de Lectura, 2002. «Se ha hecho todo lo posible para localizar a todos los derechohabientes de los reportajes incluidos en este volumen. Queremos agradecer a todos los diarios, revistas y periodistas que han autorizado aquellos textos de los cuales declararon ser propietarios, así como también a todos los que de una forma u otra colaboraron y facilitaron la realización de esta obra.»

-Pigna, F. (1999). Rodolfo Walsh. Rodolfo Walsh textos de y sobre Rodolfo Walsh. Recuperado de: http://www.elortiba.org/old/walsh.html#Rodolfo_Walsh_ (consultado 8/8/2018).

Se reúne por primera vez la narrativa completa de Rodolfo Walsh.(2010). La Ventana. Portal informativo de la Casa de las Américas. Recuperado de: http://laventana.casa.cult.cu/noticias/2010/04/30/se-reune-por-primera-vez-la-narrativa-completa-de-rodolfo-walsh/ (consultado 7/8/2018).

-Saidman, D. (2009). Rodolfo Walsh, el periodismo necesario. La Ventana. Portal informativo de la Casa de las Américas. Recuperado de: http://laventana.casa.cult.cu/noticias/2009/04/13/rodolfo-walsh-el-periodismo-necesario/ (consultado 7/8/2018).

-La sobrevida de Rodolfo Walsh. (2007). La Ventana. Portal informativo de la Casa de las Américas. Recuperado de: http://laventana.casa.cult.cu/noticias/2007/02/14/la-sobrevida-de-rodolfo-walsh/ (consultado 7/8/2018).

-Steinsleger, J. (2007). Rodolfo Walsh: un periodista con rango de tropa. La Ventana. Portal informativo de la Casa de las Américas. Recuperado de: http://laventana.casa.cult.cu/noticias/2007/03/26/rodolfo-walsh-un-periodista-con-rango-de-tropa/ (consultado 7/8/2018).

-Vázquez Muños, L. (2007). Walsh se adelantó a Capote. La Ventana. Portal informativo de la Casa de las Américas. Recuperado de: http://laventana.casa.cult.cu/noticias/2007/05/16/walsh-se-adelanto-a-capote/ (consultado 7/8/2018).

Recuperado de:  http://www.elortiba.org/old/walsh.html#RODOLFO_WALSH,_EL_AJEDREZ_Y_LA_GUERRA   (consultado 8/8/2018).

 

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Operación Masacre https://biblio1.mdp.edu.ar/revista/article/operacion-masacre/ https://biblio1.mdp.edu.ar/revista/article/operacion-masacre/#respond Thu, 23 Aug 2018 19:53:06 +0000 Cristina Bernabe http://biblio1.mdp.edu.ar/revista/?post_type=article&p=165

Película argentina filmada en la clandestinidad durante la dictadura de Alejandro Agustín Lanusse en 1972, y estrenada comercialmente el 27 de septiembre de 1973. El argumento se basó en el libro homónimo escrito por Rodolfo Walsh.

Créditos
Título original Operación Masacre
Año 1973
Duración 115 min.
País: Argentina
Dirección: Jorge Cedrón
Guión: Jorge Cedrón (Novela: Rodolfo Walsh)
Música: Juan Carlos Cedrón
Fotografía: Julio Duplaquet
Reparto:
Norma Aleandro, Ana María Picchio, Víctor Laplace,
Raúl Parini, Carlos Carella, Carlos Antón,
Luis Barrón, Sara Bonet, Martín Coria, José María
Gutiérrez,Walter Vidarte, Julio Troxler

Género : Drama. Thriller | Basado en hechos reales.
Histórico

Sinopsis: En 1956 fracasa un contra-golpe militar a la dictadura autodenominada Revolución Libertadora, y en un terreno descampado de José León Suárez, provincia de Buenos Aires, son asesinados varios civiles sospechados de formar parte del alzamiento. Sin embargo siete personas logran sobrevir a la matanza y contar la historia.

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Discursos en la inauguración de la Exposición Rodolfo Walsh https://biblio1.mdp.edu.ar/revista/article/chicas-illia/ https://biblio1.mdp.edu.ar/revista/article/chicas-illia/#respond Fri, 17 Aug 2018 17:14:34 +0000 Sofía Steiner y Zoe Kramer http://biblio1.mdp.edu.ar/revista/?post_type=article&p=101

Discursos en la inauguración de la Exposición Rodolfo Walsh

Desde el Centro de Estudiantes del Illia, celebramos este espacio para recordar la figura de Walsh, en marco de un contexto que nos quiere sin memoria.

Figura referente de nuestra lucha por la transformación social. Quien enseña a indignarse frente a las injusticias. Símbolo de la búsqueda por la verdad en tiempos donde impera el silenciamiento. De resistencia ante los golpes de la oligarquía. Frente al poder que tiende a conducir sistemáticamente al pueblo argentino a la miseria planificada.

Quien pasó a la historia por su militancia combativa. Porque creyó en la fuerza del pueblo. Y porque supo entender quién era el enemigo de la clase trabajadora.

Porque, como escritor, tuvo un compromiso político con la cultura popular.

Porque fue voz de los silenciados, de los perseguidos.

Porque sentenció que «un intelectual que no comprende lo que pasa en su tiempo y en su país es una contradicción andante, y el que comprendiendo no actúa, tendrá un lugar en la antología del llanto, no en la historia viva de su tierra».

Por eso lo recordamos. Y lo reivindicamos resistiendo. Resistiendo como ejercicio de memoria colectiva. Resistiendo desde la contrainformación. Desde la generación del contrapoder.

Entendiendo que, como dijo Osvaldo Bayer, «por algo quisieron silenciarte. Pero no lo lograron. Tus libros están de nuevo en bibliotecas y colegios. Con ellos se formarán nuevos curiosos de la verdad. Porque la ética es como una cadena sinfin que viene desde el comienzo de la Historia. Y gracias a esa ética y gracias a los Rodolfo Walsh que se fueron dando la mano, hoy todavía hay vida en este mundo».

También tomo lo dicho por los compañeros de la Garganta Poderosa: “Rodolfo volvió a nacer, para vivir hasta la victoria con el orgullo de haber germinado una vida para la utopía, una hija para las Madres, una historia para el futuro.

Porque quién podría decir que su vida se apagó. Que su muerte no alumbró. Que la flor se marchitó. Que el imperio lo vendió. Que la pluma lo borró. Que el periodismo lo perdió. Que la Carta se cerró. Que el futuro no llegó.

Walsh no vivió para él, vivió para otros, y esos otros somos millones. Su muerte sí, su muerte fue gloriosamente suya; en ese orgullo nos afirmamos y somos quienes renacemos de vos, Rodolfo.”

Zoe Kramer
Centro de Estudiantes – Colegio Nacional Arturo Illia

 


 

inauguración de la muestra

Hoy, atravesados por este momento histórico, que nos preocupa, nos alarma y nos obliga a responsabilizarnos del lugar que ocupamos en esta sociedad, debemos enarbolar las banderas de las causas por las que él luchó hasta el final de sus días. Interpelar, cuestionar, objetar a las estructuras de poder que nos quieren llevar a un lugar que Argentina ya conoce. Manifestar, divulgar, comunicar al pueblo lo que los medios de comunicación hegemónicos deciden callar. Destapar, desenmascarar, revelar las atrocidades y los atropellos a la democracia que suceden día a día en nuestro país. Condenar, castigar, rechazar la violencia institucional y la censura a la libertad de prensa. Exigir, demandar, reclamar al Estado que se haga cargo de los problemas económicos y sociales producidos por sus acciones y sus inacciones. Denunciar, mostrar, destapar la pobreza, el desempleo, la desigualdad, la explotación, la discriminación, la violencia, y todas las injusticias que aquejan al pueblo. Gritar, vociferar, clamar por las mujeres, los niños, los jubilados, los despedidos, los estudiantes, los maestros, los obreros, los pobres, los que no tienen voz, y por los que sus voces fueron enterradas. Protestar, luchar, pugnar por los derechos que perdimos y por los que faltan conseguir.

“El pueblo aprendió que estaba solo… El pueblo aprendió que estaba solo y que debía pelear por sí mismo y que de su propia entraña sacaría los medios, el silencio, la astucia y la fuerza” dice el cuento “Un oscuro día de justicia”, escrito por él en 1967. Salgamos a la calle, discutamos, peleemos, tomemos las riendas, que al fin y al cabo, estamos solos en esta lucha, y sólo nosotros, el pueblo, podrá salvar al pueblo.

Sofía Steiner
Centro de Estudiantes – Colegio Nacional Arturo Illia

 

Discursos en la inauguración de la Exposición Rodolfo Walsh: los oficios de la palabra. En la Biblioteca Central de la Universidad Nacional de Mar del Plata, 7 de agosto de 2018.

 

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Rodolfo Walsh. Los oficios de la palabra https://biblio1.mdp.edu.ar/revista/article/rodolfo-walsh-los-oficios-de-la-palabra/ https://biblio1.mdp.edu.ar/revista/article/rodolfo-walsh-los-oficios-de-la-palabra/#respond Fri, 17 Aug 2018 17:40:35 +0000 Por Jorgelina Núñez* http://biblio1.mdp.edu.ar/revista/?post_type=article&p=113 Rodolfo Walsh. Los oficios de la palabra. Jorgelina Nuñez (Coordinadora de la muestra)

    “Una de las cosas que sin duda me divierten, me halagan, y me intimidan, es  hasta qué punto uno puede convertirse en un monumento a sí mismo, en la conciencia moral de los demás”. Rodolfo Walsh escribía esto en los apuntes que componen su diario íntimo. Así exponía, en pocas palabras y mejor que nadie, los riesgos que corre el intelectual que interviene a fondo en la vida pública.

    La coherencia y el rigor de su trayectoria como periodista y escritor, su compromiso político y las circunstancias de su muerte trágica, ocurrida hace cuarenta años, abonaron la cristalización de su figura en el sentido anunciado en la cita anterior hasta transformarla casi en un cliché refractario tanto al escrutinio de los matices como a la ponderación detallada de sus virtudes. Entre ellas, la de no resignar jamás la búsqueda de la verdad, ni la calidad y precisión de un texto frente a las presiones de lo inmediato o de la intención propagandística.

   
Con la muestra
Rodolfo Walsh. Los oficios de la palabra, la Biblioteca Nacional  rinde homenaje a un autor  fundamental dentro de la literatura argentina, de la manera que considera más respetuosa: exhibiendo la riqueza de su obra prodigada en múltiples y, por momentos, sorprendentes aspectos.

    El primer núcleo de la exposición se articula alrededor de Operación Masacre, de cuya primera edición se cumplen sesenta años. “Me cambió la  vida”, solía decir el escritor acerca de la investigación que  llevó adelante sobre el fusilamiento clandestino de un grupo de civiles en el basural  de José León Suárez en la madrugada del 10 de junio de 1956. Las notas que la componían fueron apareciendo más tarde, a medida que se desarrollaba, en las revistas Revolución Nacional y Mayoría. Pero el autor ya había imaginado para ellas su destino posterior, de ahí que las subtitulara “Un libro que busca editor”. La oportunidad se la daría Sigla, una editorial de temperamento nacionalista de derecha con la que Walsh no se identificaba pero a la que le reconocía el “coraje civil” de tomar a su cargo la publicación. La primera edición en libro aparecerá a finales de 1957 con el título Operación Masacre. Un proceso que no ha sido clausurado.

“Operación Masacre cambió mi vida. Haciéndola, comprendí que además de mis perplejidades íntimas, existía un  amenazante mundo exterior. En 1964 decidí que en todos mis oficios terrestres, el violento oficio de escritor era el que más me convenía”. R. W.

    A  esa  edición  le siguieron  otras tres en vida del autor: la  de 1964, publicada por Continental    Service, con el subtítulo Y el expediente Livraga,  con la prueba  judicial que conmovió al país;  la de 1969 en la editorial Jorge Álvarez, sin subtítulo; y la de 1972, de Ediciones de la Flor. En cada una  de ellas y como respuesta a las consecuencias de su denuncia, Walsh introdujo modificaciones estructurales  significativas –cambios de epígrafes y de prólogos, supresión de la introducción y de un capítulo (el 23), agregados y supresión de textos y del epílogo–. De esa manera su obra estableció un diálogo con los distintos momentos históricos y se ofreció como el plan de maniobras donde podían seguirse los movimientos del poder represivo.

 Importa señalar que el escritor, considerado como uno de los precursores del nuevo periodismo y el género de no-ficción, delimitaba de manera estricta las competencias de la denuncia y de la literatura. Consciente  de que el deslizamiento de la segunda sobre la primera comprometía no solo la verdad, sino también la eficacia de la prueba, de ella tomaba recursos formales, estilísticos. Pero aun bajo esa premisa autoimpuesta, brilla el narrador que organizaba los argumentos con una contundencia incontrastable. Su hija, Patricia Walsh, narraba una  anécdota elocuente: “Mi padre leía las notas que otros colegas y yo escribíamos en la redacción del diario Noticias y, al tiempo que afirmaba con la cabeza, iba tachando uno a uno los adjetivos. ‘Dejen que los  adjetivos aparezcan solos en la cabeza del lector’, era una de sus máximas”.

    Junto  a estas  primeras ediciones  y a las restantes de  Operación Masacre, aparecidas póstumamente, la Biblioteca Nacional exhibe de su acervo las galeras de imprenta correspondientes a la tercera edición de la obra, corregidas de puño y letra por Rodolfo Walsh. Se trata de sesenta y seis páginas que llegaron al área de Archivos y Colecciones Particulares en 2009 como parte de la donación del archivo de su amigo personal, el escritor Aníbal Ford.

    En la muestra también pueden verse escenas del filme Operación Masacre, último  avatar del  libro, que admite  ser pensado como una nueva reescritura. La película, dirigida por Jorge Cedrón, con guión de Rodolfo Walsh, fue estrenada en 1973.

    Porque   participan   del mismo espíritu   de investigación y denuncia,  pese a ser bastante posteriores a  Operación Masacre,  se incluyen en este eje las publicaciones que dieron origen a otros dos libros capitales dentro del género: Caso Satanowsky y ¿Quién mató a Rosendo?    La  producción  del escritor  forma un entramado  complejo que respondía  a distintas necesidades (la  del sustento elemental, la de  la creación literaria, la del ejercicio  de un rol activo en la transformación social  y política) que intentó cumplir con despareja exigencia. No obstante, para una mejor apreciación de las facetas que componían su actividad se ha optado por agrupar materiales específicos de cada una de ellas. Con este criterio se han reunido los primeros libros de cuentos policiales –esos que Walsh repudiaría en los años sesenta– que lo muestran como un escritor clásico, admirador de Borges, sumergido en tramas asimilables a las partidas de ajedrez que tanto lo apasionaban. Varios de ellos están protagonizados por el personaje de Daniel Hernández, un corrector de pruebas con talento para resolver enigmas, cuyo nombre proviene del profeta (en quien Walsh reconoce al primer detective) y su apellido, del autor de Martín Fierro. A esos libros de cuentos se suman otros, posteriores, que buscan esclarecer un nuevo tipo de enigmas: los de algunos momentos clave de la historia argentina. Entre ellos figuran “Fotos” y “Esa mujer”, considerados entre los mejores relatos de nuestra literatura.

    Paralela a su actividad de escritor de ficciones, Rodolfo Walsh desarrolló otras colaterales, como traductor, antólogo y editor. Quizá la  sección más curiosa de esta muestra corresponda a algunos de los libros de divulgación que vertió al español, tales como El régimen lo hace todo o El dibujo del vestido de pies a cabeza. Las antologías y las ediciones que tuvo a su cargo completan el universo de intereses del escritor.

    Las primeras colaboraciones de Walsh como periodista en las revistas Leoplán  y Vea y Lea  distan  no solo  temporalmente,  sino conceptualmente de aquellas que publicó en la revista Panorama a media-dos de los sesenta. Atravesado por las preocupaciones políticas y bajo el  impacto de la Revolución cubana, con la que colaboró activamente creando la agencia de noticias Prensa Latina, sus notas de esta segunda etapa se acercan al registro etnográfico y antropológico. Crónicas dedicadas  a San La Muerte, el carnaval en el Litoral, un leprosario en el Chaco o a los japoneses radicados en Misiones dan cuenta de una exploración profunda del periodista que no se contenta con el dato superficial. Por los mismos años fundó el semanario de la CGT de los Argentinos que dirigió entre 1968 y 1970. De esos artículos, se exhiben versiones originales.

    Una sección aparte enfoca la producción de Walsh como dramaturgo,  autor de las piezas teatrales La  granada  y La batalla,  ambas  de 1965. Y una última se enfoca en la recepción que tuvo y sigue teniendo su obra, insoslayable para buena parte de la literatura argentina de las últimas décadas.

    Por último, su participación, a partir de 1973, en la organización armada Montoneros –con cuya dirigencia tuvo serias discrepancias– marcó de manera definitiva los últimos años de su vida. La creación de ANCLA (Agencia de Noticias Clandestina y Cadena Informativa) muestra sus esfuerzos por buscar caminos alternativos de lucha. La “Carta abierta a la Junta Militar”, que escribió y alcanzó a distribuir en varias copias momentos antes de ser asesinado y desaparecido el 25 de marzo de 1977, es su último, dramático e inolvidable gesto de soberanía intelectual. A la  vez, plantea un interrogante: ¿algunas de esas copias llevaban por título “Carta abierta de un escritor a la Junta Militar”? De haber sido efectivamente así, cabe conjeturar que Walsh deseaba amparar bajo la figura del escritor todas las facetas del hombre que quiso y llegó a ser.

Jorgelina Nuñez
Coordinadora de la muestra

Rodolfo Walsh : los oficios de la palabra / Roberto Ferro … [et al.]. – 1a ed. –   Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Biblioteca Nacional, 2017. 120 p. ; 27 x 20 cm. ISBN 978-987-728-084-5  

  1. Política Argentina. 2. Literatura Argentina. 3. Periodismo de Investigación. I. Ferro, Roberto   CDD A860
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Pasión por la verdad https://biblio1.mdp.edu.ar/revista/article/pasion-por-la-verdad/ https://biblio1.mdp.edu.ar/revista/article/pasion-por-la-verdad/#respond Fri, 17 Aug 2018 17:27:54 +0000 Alberto Manguel http://biblio1.mdp.edu.ar/revista/?post_type=article&p=107 Pasión por la verdad, Alberto Manguel

 

Hay escritores para quienes la realidad es una pesadilla compartida, y por ello no sienten la obligación de narrar fielmente el absurdo cotidiano, y sueñan para nosotros mundos ejemplares, mejores o peores. Hay otros que, por el contrario, se sienten obligados a retratar el caos lo más fielmente posible y exploran la realidad con precisión de matemáticos y una imaginación rigurosamente lógica, en busca de claves y testimonios fidedignos. Quizá sea por eso que Rodolfo Walsh, eminente integrante de esta última categoría, sintió al inicio de su itinerario como escritor una fuerte afección por el género policial. Aunque después dijese que “abominaba” sus primeros cuentos policiales, afirmando que había escrito Variaciones en rojo “sin pensar en la literatura, sino en la diversión y el dinero”, hay por cierto en toda su obra, aun en la más comprometida políticamente, una pasión por la pesquisa, una voluntad evidente de encontrar las claves auténticas y descartar las falsas, para descubrir en las páginas finales la terrible verdad. Si bien es cierto que las ficciones policiales son ficciones porque siempre acaban revelando al culpable, y que en la realidad la conclusión no es siempre así de satisfactoria, en la obra de investigación de Walsh están siempre presentes los mismos estrictos procedimientos detectivescos para encontrar las claves, y el mismo razonamiento lógico para llegar a la revelación de una evidencia. Walsh tiene en común con sus detectives ficticios la pasión por la verdad. En esta época en la que nos proponen la existencia de realidades alternativas y verdades ambiguas, la palabra de Rodolfo Walsh –inteligente, desobediente e incisiva– nos es imprescindible.

Alberto Manguel
Director de la Biblioteca Nacional

 

Escritor de ficciones, corrector de pruebas de imprenta, periodista de investigación y de denuncia, traductor, editor, antólogo, dramaturgo y militante político, Rodolfo Walsh se ha convertido en una figura emblemática no solo de la literatura argentina sino también de la historia y la memoria de nuestro país.

Con esta muestra, la Biblioteca Nacional y la Universidad Nacional de Mar del Plata le rinden homenaje, a 41 años de su asesinato y desaparición, exhibiendo la riqueza de su obra prodigada en múltiples aspectos. Cada uno de ellos es prueba de exigencia profesional y de compromiso ético con la verdad. Desde la investigación publicada en la revista Mayoría, que dio origen a Operación Masacre y con la que inauguró el género de la no ficción, hasta la Carta abierta a la Junta Militar que cierra dramáticamente su trayectoria vital, los materiales aquí dispuestos aspiran a poner un orden donde no lo hay. Rodolfo Walsh ejerció estos oficios de la palabra de manera a veces sucesiva, a veces simultánea, pero siempre atenta a lo que su vocación de escritor y la urgencia del momento le requirieron. Este acercamiento a su obra es una invitación a la relectura o al descubrimiento feliz de su escritura

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Exposición Rodolfo Walsh, los oficios de la palabra. https://biblio1.mdp.edu.ar/revista/article/exposicion-rodolfo-walsh-los-oficios-de-la-palabra/ https://biblio1.mdp.edu.ar/revista/article/exposicion-rodolfo-walsh-los-oficios-de-la-palabra/#respond Fri, 17 Aug 2018 17:20:26 +0000 Biblioteca Central UNMDP http://biblio1.mdp.edu.ar/revista/?post_type=article&p=105 En el marco del Programa de Actividades  Culturales en adhesión al Día Internacional del Detenido-Desaparecido (Naciones Unidas, Resolución 65/ 209), se  presentó en la Biblioteca Central la muestra itinerante de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno “Rodolfo Walsh: los oficios de la palabra”, la co-organización estuvo a cargo de la Secretaría de Extensión de la UNMDP, el Colectivo Faro de la Memoria, el IMFC, ADUM, SUTEBA, CGT y CTA.

Exposición Rodolfo Walsh, los oficios de la palabra.

En la Biblioteca Central, muestra itinerante de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno.

 

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Carta abierta a la junta militar https://biblio1.mdp.edu.ar/revista/article/carta-abierta-a-la-junta-militar/ https://biblio1.mdp.edu.ar/revista/article/carta-abierta-a-la-junta-militar/#respond Fri, 17 Aug 2018 17:10:58 +0000 Rodolfo Walsh http://biblio1.mdp.edu.ar/revista/?post_type=article&p=99

1. La censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento de mi casa en el Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos, son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión clandestina después de haber opinado libremente como escritor y periodista durante casi treinta años.

El primer aniversario de esta Junta Militar ha motivado un balance de la acción de gobierno en documentos y discursos oficiales, donde lo que ustedes llaman aciertos son errores, los que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son calamidades.

El 24 de marzo de 1976 derrocaron ustedes a un gobierno del que formaban parte, a cuyo desprestigio contribuyeron como ejecutores de su política represiva, y cuyo término estaba señalado por elecciones convocadas para nueve meses más tarde. En esa perspectiva lo que ustedes liquidaron no fue el mandato transitorio de Isabel Martínez sino la posibilidad de un proceso democrático donde el pueblo remediara males que ustedes continuaron y agravaron.

Ilegítimo en su origen, el gobierno que ustedes ejercen pudo legitimarse en los hechos recuperando el programa en que coincidieron en las elecciones de 1973 el ochenta por ciento de los argentinos y que sigue en pie como expresión objetiva de la voluntad del pueblo, único significado posible de ese «ser nacional» que ustedes invocan tan a menudo.

Invirtiendo ese camino han restaurado ustedes la corriente de ideas e intereses de minorías derrotadas que traban el desarrollo de las fuerzas productivas, explotan al pueblo y disgregan la Nación. Una política semejante sólo puede imponerse transitoriamente prohibiendo los partidos, interviniendo los sindicatos, amordazando la prensa e implantando el terror más profundo que ha conocido la sociedad argentina.

2. Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror.

Colmadas las cárceles ordinarias, crearon ustedes en las principales guarniciones del país virtuales campos de concentración donde no entra ningún juez, abogado, periodista, observador internacional. El secreto militar de los procedimientos, invocado como necesidad de la investigación, convierte a la mayoría de las detenciones en secuestros que permiten la tortura sin límite y el fusilamiento sin juicio.

Más de siete mil recursos de hábeas corpus han sido contestados negativamente este último año. En otros miles de casos de desaparición el recurso ni siquiera se ha presentado porque se conoce de antemano su inutilidad o porque no se encuentra abogado que ose presentarlo después que los cincuenta o sesenta que lo hacían fueron a su turno secuestrados.

De este modo han despojado ustedes a la tortura de su límite en el tiempo. Como el detenido no existe, no hay posibilidad de presentarlo al juez en diez días según manda una ley que fue respetada aun en las cumbres represivas de anteriores dictaduras.

La falta de límite en el tiempo ha sido complementada con la falta de límite en los métodos, retrocediendo a épocas en que se operó directamente sobre las articulaciones y las vísceras de las víctimas, ahora con auxiliares quirúrgicos y farmacológicos de que no dispusieron los antiguos verdugos. El potro, el torno, el despellejamiento en vida, la sierra de los inquisidores medievales reaparecen en los testimonios junto con la picana y el «submarino», el soplete de las actualizaciones contemporáneas.

Mediante sucesivas concesiones al supuesto de que el fin de exterminar a la guerilla justifica todos los medios que usan, han llegado ustedes a la tortura absoluta, intemporal, metafísica en la medida que el fin original de obtener información se extravía en las mentes perturbadas que la administran para ceder al impulso de machacar la sustancia humana hasta quebrarla y hacerle perder la dignidad que perdió el verdugo, que ustedes mismos han perdido.

3. La negativa de esa Junta a publicar los nombres de los prisioneros es asimismo la cobertura de una sistemática ejecución de rehenes en lugares descampados y en horas de la madrugada con el pretexto de fraguados combates e imaginarias tentativas de fuga.

Extremistas que panfletean el campo, pintan acequias o se amontonan de a diez en vehículos que se incendian son los estereotipos de un libreto que no está hecho para ser creído sino para burlar la reacción internacional ante ejecuciones en regla mientras en lo interno se subraya el carácter de represalias desatadas en los mismos lugares y en fecha inmediata a las acciones guerrilleras.

Setenta fusilados tras la bomba en Seguridad Federal, 55 en respuesta a la voladura del Departamento de Policía de La Plata, 30 por el atentado en el Ministerio de Defensa, 40 en la Masacre del Año Nuevo que siguió a la muerte del coronel Castellanos, 19 tras la explosión que destruyó la comisaría de Ciudadela forman parte de 1.200 ejecuciones en 300 supuestos combates donde el oponente no tuvo heridos y las fuerzas a su mando no tuvieron muertos.

Depositarios de una culpa colectiva abolida en las normas civilizadas de justicia, incapaces de influir en la política que dicta los hechos por los cuales son represaliados, muchos de esos rehenes son delegados sindicales, intelectuales, familiares de guerrilleros, opositores no armados, simples sospechosos a los que se mata para equilibrar la balanza de las bajas según la doctrina extranjera de «cuenta-cadáveres» que usaron los SS en los países ocupados y los invasores en Vietnam.

El remate de guerrilleros heridos o capturados en combates reales es asimismo una evidencia que surge de los comunicados militares que en un año atribuyeron a la guerrilla 600 muertos y sólo 10 o 15 heridos, proporción desconocida en los más encarnizados conflictos. Esta impresión es confirmada por un muestreo periodístico de circulación clandestina que revela que entre el 18 de diciembre de 1976 y el 3 de febrero de 1977, en 40 acciones reales, las fuerzas legales tuvieron 23 muertos y 40 heridos, y la guerrilla 63 muertos.

Más de cien procesados han sido igualmente abatidos en tentativas de fuga cuyo relato oficial tampoco está destinado a que alguien lo crea sino a prevenir a la guerrilla y a los partidos de que aun los presos reconocidos son la reserva estratégica de las represalias de que disponen los Comandantes de Cuerpo según la marcha de los combates, la conveniencia didáctica o el humor del momento.

Así ha ganado sus laureles el general Benjamín Menéndez, jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, antes del 24 de marzo con el asesinato de Marcos Osatinsky, detenido en Córdoba, después con la muerte de Hugo Vaca Narvaja y otros cincuenta prisioneros en variadas aplicaciones de la ley de fuga ejecutadas sin piedad y narradas sin pudor.

El asesinato de Dardo Cabo, detenido en abril de 1975, fusilado el 6 de enero de 1977 con otros siete prisioneros en jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército que manda el general Suárez Masson, revela que estos episodios no son desbordes de algunos centuriones alucinados sino la política misma que ustedes planifican en sus estados mayores, discuten en sus reuniones de gabinete, imponen como comandantes en jefe de las 3 Armas y aprueban como miembros de la Junta de Gobierno.

4. Entre mil quinientas y tres mil personas han sido masacradas en secreto después que ustedes prohibieron informar sobre hallazgos de cadáveres que en algunos casos han trascendido, sin embargo, por afectar a otros países, por su magnitud genocida o por el espanto provocado entre sus propias fuerzas.

Veinticinco cuerpos mutilados afloraron entre marzo y octubre de 1976 en las costas uruguayas, pequeña parte quizás del cargamento de torturados hasta la muerte en la Escuela de Mecánica de la Armada, fondeados en el Río de la Plata por buques de esa fuerza, incluyendo el chico de 15 años, Floreal Avellaneda, atado de pies y manos, «con lastimaduras en la región anal y fracturas visibles» según su autopsia.

Un verdadero cementerio lacustre descubrió en agosto de 1976 un vecino que buceaba en el lago San Roque de Córdoba, acudió a la comisaría donde no le recibieron la denuncia y escribió a los diarios que no la publicaron.

Treinta y cuatro cadáveres en Buenos Aires entre el 3 y el 9 de abril de 1976, ocho en San Telmo el 4 de julio, diez en el Río Luján el 9 de octubre, sirven de marco a las masacres del 20 de agosto que apilaron 30 muertos a 15 kilómetros de Campo de Mayo y 17 en Lomas de Zamora.

En esos enunciados se agota la ficción de bandas de derecha, presuntas herederas de las 3 A de López Rega, capaces de atravesar la mayor guarnición del país en camiones militares, de alfombrar de muertos el Río de la Plata o de arrojar prisioneros al mar desde los transportes de la Primera Brigada Aérea 7, sin que se enteren el general Videla, el almirante Massera o el brigadier Agosti. Las 3 A son hoy las 3 Armas, y la Junta que ustedes presiden no es el fiel de la balanza entre «violencias de distintos signos» ni el árbitro justo entre «dos terrorismos», sino la fuente misma del terror que ha perdido el rumbo y sólo puede balbucear el discurso de la muerte.

La misma continuidad histórica liga el asesinato del general Carlos Prats, durante el anterior gobierno, con el secuestro y muerte del general Juan José Torres, Zelmar Michelini, Héctor Gutiérrez Ruíz y decenas de asilados en quienes se ha querido asesinar la posibilidad de procesos democráticos en Chile, Bolivia y Uruguay.

La segura participación en esos crímenes del Departamento de Asuntos Extranjeros de la Policía Federal, conducido por oficiales becados de la CIA a través de la AID, como los comisarios Juan Gattei y Antonio Gettor, sometidos ellos mismos a la autoridad de Mr. Gardener Hathaway, Station Chief de la CIA en Argentina, es semillero de futuras revelaciones como las que hoy sacuden a la comunidad internacional que no han de agotarse siquiera cuando se esclarezcan el papel de esa agencia y de altos jefes del Ejército, encabezados por el general Menéndez, en la creación de la Logia Libertadores de América, que reemplazó a las 3 A hasta que su papel global fue asumido por esa Junta en nombre de las 3 Armas.

Este cuadro de exterminio no excluye siquiera el arreglo personal de cuentas como el asesinato del capitán Horacio Gándara, quien desde hace una década investigaba los negociados de altos jefes de la Marina, o del periodista de Prensa Libre Horacio Novillo apuñalado y calcinado, después que ese diario denunció las conexiones del ministro Martínez de Hoz con monopolios internacionales.

A la luz de estos episodios cobra su significado final la definición de la guerra pronunciada por uno de sus jefes: «La lucha que libramos no reconoce límites morales ni naturales, se realiza más allá del bien y del mal».

5. Estos hechos, que sacuden la conciencia del mundo civilizado, no son sin embargo los que mayores sufrimientos han traído al pueblo argentino ni las peores violaciones de los derechos humanos en que ustedes incurren. En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada.

En un año han reducido ustedes el salario real de los trabajadores al 40%, disminuido su participación en el ingreso nacional al 30%, elevado de 6 a 18 horas la jornada de labor que necesita un obrero para pagar la canasta familiar 11, resucitando así formas de trabajo forzado que no persisten ni en los últimos reductos coloniales.

Congelando salarios a culatazos mientras los precios suben en las puntas de las bayonetas, aboliendo toda forma de reclamación colectiva, prohibiendo asambleas y comisiones internas, alargando horarios, elevando la desocupación al récord del 9%12 prometiendo aumentarla con 300.000 nuevos despidos, han retrotraído las relaciones de producción a los comienzos de la era industrial, y cuando los trabajadores han querido protestar los han calificados de subversivos, secuestrando cuerpos enteros de delegados que en algunos casos aparecieron muertos, y en otros no aparecieron.

Los resultados de esa política han sido fulminantes. En este primer año de gobierno el consumo de alimentos ha disminuido el 40%, el de ropa más del 50%, el de medicinas ha desaparecido prácticamente en las capas populares. Ya hay zonas del Gran Buenos Aires donde la mortalidad infantil supera el 30%, cifra que nos iguala con Rhodesia, Dahomey o las Guayanas; enfermedades como la diarrea estival, las parasitosis y hasta la rabia en que las cifras trepan hacia marcas mundiales o las superan. Como si esas fueran metas deseadas y buscadas, han reducido ustedes el presupuesto de la salud pública a menos de un tercio de los gastos militares, suprimiendo hasta los hospitales gratuitos mientras centenares de médicos, profesionales y técnicos se suman al éxodo provocado por el terror, los bajos sueldos o la «racionalización».

Basta andar unas horas por el Gran Buenos Aires para comprobar la rapidez con que semejante política la convirtió en una villa miseria de diez millones de habitantes. Ciudades a media luz, barrios enteros sin agua porque las industrias monopólicas saquean las napas subterráneas, millares de cuadras convertidas en un solo bache porque ustedes sólo pavimentan los barrios militares y adornan la Plaza de Mayo, el río más grande del mundo contaminado en todas sus playas porque los socios del ministro Martínez de Hoz arrojan en él sus residuos industriales, y la única medida de gobierno que ustedes han tomado es prohibir a la gente que se bañe.

Tampoco en las metas abstractas de la economía, a las que suelen llamar «el país», han sido ustedes más afortunados. Un descenso del producto bruto que orilla el 3%, una deuda exterior que alcanza a 600 dólares por habitante, una inflación anual del 400%, un aumento del circulante que en solo una semana de diciembre llegó al 9%, una baja del 13% en la inversión externa constituyen también marcas mundiales, raro fruto de la fría deliberación y la cruda inepcia.

Mientras todas las funciones creadoras y protectoras del Estado se atrofian hasta disolverse en la pura anemia, una sola crece y se vuelve autónoma. Mil ochocientos millones de dólares que equivalen a la mitad de las exportaciones argentinas presupuestados para Seguridad y Defensa en 1977, cuatro mil nuevas plazas de agentes en la Policía Federal, doce mil en la provincia de Buenos Aires con sueldos que duplican el de un obrero industrial y triplican el de un director de escuela, mientras en secreto se elevan los propios sueldos militares a partir de febrero en un 120%, prueban que no hay congelación ni desocupación en el reino de la tortura y de la muerte, único campo de la actividad argentina donde el producto crece y donde la cotización por guerrillero abatido sube más rápido que el dólar.

6. Dictada por el Fondo Monetario Internacional según una receta que se aplica indistintamente al Zaire o a Chile, a Uruguay o Indonesia, la política económica de esa Junta sólo reconoce como beneficiarios a la vieja oligarquía ganadera, la nueva oligarquía especuladora y un grupo selecto de monopolios internacionales encabezados por la ITT, la Esso, las automotrices, la U.S. Steel, la Siemens, al que están ligados personalmente el ministro Martínez de Hoz y todos los miembros de su gabinete.

Un aumento del 722% en los precios de la producción animal en 1976 define la magnitud de la restauración oligárquica emprendida por Martínez de Hoz en consonancia con el credo de la Sociedad Rural expuesto por su presidente Celedonio Pereda: «Llena de asombro que ciertos grupos pequeños pero activos sigan insistiendo en que los alimentos deben ser baratos».

El espectáculo de una Bolsa de Comercio donde en una semana ha sido posible para algunos ganar sin trabajar el cien y el doscientos por ciento, donde hay empresas que de la noche a la mañana duplicaron su capital sin producir más que antes, la rueda loca de la especulación en dólares, letras, valores ajustables, la usura simple que ya calcula el interés por hora, son hechos bien curiosos bajo un gobierno que venía a acabar con el «festín de los corruptos».

Desnacionalizando bancos se ponen el ahorro y el crédito nacional en manos de la banca extranjera, indemnizando a la ITT y a la Siemens se premia a empresas que estafaron al Estado, devolviendo las bocas de expendio se aumentan las ganancias de la Shell y la Esso, rebajando los aranceles aduaneros se crean empleos en Hong Kong o Singapur y desocupación en la Argentina. Frente al conjunto de esos hechos cabe preguntarse quiénes son los apátridas de los comunicados oficiales, dónde están los mercenarios al servicio de intereses foráneos, cuál es la ideología que amenaza al ser nacional.

Si una propaganda abrumadora, reflejo deforme de hechos malvados no pretendiera que esa Junta procura la paz, que el general Videla defiende los derechos humanos o que el almirante Massera ama la vida, aún cabría pedir a los señores Comandantes en Jefe de las 3 Armas que meditaran sobre el abismo al que conducen al país tras la ilusión de ganar una guerra que, aún si mataran al último guerrillero, no haría más que empezar bajo nuevas formas, porque las causas que hace más de veinte años mueven la resistencia del pueblo argentino no estarán desaparecidas sino agravadas por el recuerdo del estrago causado y la revelación de las atrocidades cometidas.

Estas son las reflexiones que en el primer aniversario de su infausto gobierno he querido hacer llegar a los miembros de esa Junta, sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos difíciles.

Rodolfo Walsh. – C.I. 2845022

Buenos Aires, 24 de marzo de 1977.

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Rodolfo Walsh, el escritor https://biblio1.mdp.edu.ar/revista/article/rodolfo-walsh-el-escritor/ https://biblio1.mdp.edu.ar/revista/article/rodolfo-walsh-el-escritor/#respond Thu, 16 Aug 2018 20:51:34 +0000 Adriana A. Bocchino http://biblio1.mdp.edu.ar/revista/?post_type=article&p=67 Rodolfo Walsh, el escritor Por Adriana A. Bocchino Letras-Celehis-UNMDP

“Todos se hicieron famosos. Le conté mi historia a ese señor. Él todo. Y yo nada”. El “fusilado que vive” se queja, por el 2006, ante las cámaras de Teleocho Investiga. Juan Carlos Livraga reclama ante Santo Biasatti. Ahora ya pasaron más de 60 años de los fusilamientos en León Suárez y 60, el 23 de diciembre de 2017, de la publicación del primer artículo de Rodolfo Walsh sobre el tema, “Castigo a los culpables”, en Propósitos, el diario de Leónidas Barletta. El libro de Operación Masacre que conocemos se inicia allí. Se puede trazar una síntesis de la historia del texto a partir de lo que cuenta el mismo Walsh en el prólogo a su primera edición. El 15 de enero del 57, Revolución Nacional -hoja gremial que dirige Luis Cerruti Costa- se anima con el reportaje a Livraga. En febrero Cerrutti no puede seguir adelante y sólo dará a conocer algunos datos. Walsh no obstante sigue investigando. En marzo nace la idea de escribir un libro. Los frondizistas manifiestan su apoyo económico pero la impresión no se produce. En mayo, Walsh decide ofrecer el libro, en una serie de notas, al director de Mayoría, Tulio Jacovella. El 27 sale la primera nota de Operación Masacre con el subtítulo Un libro que no encuentra editor. En Mayoría aparecen ocho entregas, una por semana. En julio queda convenida la publicación de la primera edición con Sigla, una editorial dirigida por Marcelo Sánchez Sorondo. En diciembre sale a la venta bajo el título Operación Masacre, un proceso que no ha sido clausurado.

Roberto Ferro sostiene que hasta ese momento el objetivo concreto es producir saber acerca de un hecho ignorado por la prensa. Por el contrario, Ana María Amar Sánchez sostiene una lectura literaria desde la primera edición en libro. Polémica aparte, la edición de 1964, la segunda, con otro título, Operación Masacre y el expediente Livraga, con la prueba judicial que conmovió al país, muestra un importante trabajo de reescritura (veáse la reconstrucción de Ferro en el prólogo a Yo también fui fusilado, Vuelve la secta del gatillo y la picana y otros textos de Rodolfo Walsh. Bs. As: Los libros de gente Sur, 1990). En 1969 aparece la tercera edición, Jorge Álvarez Editor, con el título definitivo de Operación Masacre, donde aparecen nuevas marcas, un nuevo prólogo. Ferro dice que recién a partir de aquí puede pensarse en una lectura literaria como posibilidad privilegiada. Yo creo que, en todo caso, sólo hasta el ‘76. Se realizan a partir del ‘69 siete ediciones. De aquí que se piense en Walsh como un escritor de los ’70, cuando la dictadura nos lo devuelve bajo otra lectura y hace que reaparezca, en el inicio de la democracia, como lectura política para convertirse, poco a poco, en literatura política.

¿Qué había pasado entre tanto con Livraga? En el año 2006 los argentinos nos enteramos que vive y desde hace 53 años en EE.UU y nunca, desde aquel 10 de junio de 1956 habló con nadie de su familia sobre el tema, ni siquiera con su esposa. El tema…, el secuestro, el fusilamiento, sobrevivir, la cara destruida, la partida y las varias operaciones para reconstruir una cara… el tema… nunca vuelto a hablar con nadie salvo con ese hombre, que no tenía todavía 30 años, una noche calurosa “frente a un vaso de cerveza”, quizá en el Club de Ajedrez de La Plata, a menos de cien metros del despacho del gobernador de la Provincia de Buenos Aires.

Entre el Livraga de Walsh y el que vi entrevistado en la televisión hay muy poco en común. Parece otra persona. No lo digo por los años transcurridos (nunca lo había visto antes), lo digo por lo que dice. Me explico: por lo que dijo Walsh que dijo Livraga aquella noche sobre aquella otra noche y madrugada de “los hechos”. Lo que dice en televisión no parece salir de la boca de la misma persona. Asimismo no se me ocurriría homenajear a Livraga más allá de los resarcimientos que reclama y sí, sin pensarlo, a Walsh -un homenaje, una muestra-, siendo Livraga sin embargo la víctima del hecho concreto. ¿Cuál es la diferencia? ¿Qué hace de Rodolfo Walsh un nombre recordable? Los números redondos de las fechas (40 de su desaparición el año pasado, 60 de la publicación) no alcanzan. Hay otra cosa. Y esa otra cosa pasa para mí -ha de ser un vicio del oficio- por la escritura. Lo que diferencia a Walsh de otros protagonistas de la época -los ‘50, los ’60, los revisitados ‘70- no es la militancia, tampoco su paulatina adherencia partidaria al peronismo ni su inscripción y trabajo en Montoneros. Lo que marca la diferencia es la escritura, su escritura: es decir, cómo ese hombre, en medio de su propia transformación política, la militancia y la puesta en marcha montonera escribe, sigue escribiendo a pesar de todo y contra todo.

Para quienes no escriben o escriben lo mínimo indispensable es difícil entender lo que implica la práctica de la escritura como oficio. En Walsh parece una adicción que desea corregirse, un “vicio burgués” dirá alguna vez Andrés Rivera. Sucede que, al mismo tiempo, produce tal intensidad de placer, y adicción, que resulta irrenunciable, un vicio que no puede dejarse. De aquí el planteo constante que él mismo hace frente a la literatura tal como venía escribiéndose y la necesidad de congeniar el impulso vital del escribir con los acontecimientos que la historia pone por delante. Junto a la lenta transformación política, Walsh advierte que eso que no puede dejar de hacer es una “desviación burguesa” y también que esa desviación burguesa, para sintetizarlo de alguna manera, es la causa de aquello que políticamente deberá combatir ¿Cómo hacer para desanudar semejante paradoja? A partir del día que conoce a Livraga, de ahí en más, Walsh no dejará de escribir, paradójicamente, para desentrañarla. Y aquí, digo, no hay diferencia entre sus textos testimoniales, periodísticos, secretos y los literarios. Todos tienen como telón de fondo esta cuestión, todos nacen del mismo conflicto.

Y entonces allí lo que marca la diferencia es cómo escribe Walsh. Ese es el punto. Y ese el punto sobre el que me paro para mirarlo. Él mismo dice/escribe en el prólogo a Operación Masacre de 1964 sobre el proceso de escritura:

Livraga me cuenta su historia; la creo en el acto.

Así nace aquella investigación, este libro. […] Esa es la historia que escribo en caliente y de un tirón, para que no me ganen de mano, pero que después se me va arrugando día a día en un bolsillo porque la paseo por todo Buenos Aires y nadie me la quiere publicar, y casi ni enterarse. Es que uno llega a creer en las novelas policiales que ha leído o escrito, y piensa que una historia así, con un muerto que habla, se la van a pelear en las redacciones […] En cambio se encuentra con un multitudinario esquive de bulto […] se pueden revisar las colecciones de los diarios, y esta historia no existió ni existe.

Y en el epílogo advierte:

Releo la historia que ustedes han leído. Hay frases enteras que me molestan, pienso, con fastidio que ahora escribiría mejor.

Para reflexionar siete años después en La Opinión:

Yo empiezo a escribir ficciones entre 1964 y 1965, una época de despolitización en el sentido de alejamiento de los problemas cotidianos de la política, de la relación social, de la inserción de uno en un proceso. En tiempos de la Revolución Libertadora, si bien en una forma anárquica y como francotirador, yo había participado de algún modo con Operación Masacre, luego viene el proceso de la Revolución Cubana y, casi al final del gobierno de Frondizi, me repliego en una no participación política, por un lado, y en la absorción de ciertos conceptos teóricos, por el otro. Tratamos entonces de resolver esa contradicción en el campo de la cultura, lo que entiendo que es un error, porque ese no es un campo aislado. Se empieza a ver una punta de la contradicción cuando se advierte el reflejo y el eco que tiene la obra de uno en el campo puramente cultural.

Nótese el paso del yo al nosotros en el mismo párrafo: la politización, que en Walsh significa compromiso, se implica en un nosotros. Pero, al mismo tiempo, cuando dice nosotros y habla en términos impersonales, está contando su drama personal con la escritura. Lo mismo pasa en sus personajes de los Los oficios terrestres o de Un kilo de oro, en la estricta ficción de “Las pruebas de imprenta”, “Fotos” o “Cartas”. Mauricio, por ejemplo, del que se dice “probaba el filo del mundo y rebotaba y se lanzaba otra vez al asalto” y, también, los personajes niños, los irlandeses del internado entre los que el propio Walsh dice salvarse cuando capta la atención de los compañeros por medio de literatura, su literatura.

Para esa época escribe una mínima autobiografía:

Mi vocación se despertó tempranamente: a los ocho años decidí ser aviador. Por una de esas confusiones, el que la cumplió fue mi hermano. Supongo que a partir de ahí me quedé sin vocación y tuve muchos oficios. El más espectacular: limpiador de ventanas; el más humillante: lavacopas; el más burgués: comerciante de antigüedades; el más secreto: criptógrafo en Cuba […] La idea más perturbadora de mi adolescencia fue ese chiste idiota de Rilke. Si usted piensa que puede vivir sin escribir, no debe escribir. […] Operación Masacre cambió mi vida. Haciéndola comprendí que, además de mis perplejidades íntimas, existía un amenazante mundo exterior. […] En 1964 decidí que de todos mis oficios terrestres, el violento oficio de escritor era el que más me convenía. Pero no veo en eso una determinación mística. En realidad, he sido traído y llevado por los tiempos; podría haber sido cualquier otra cosa, aun ahora hay momentos en que me siento disponible para cualquier aventura, para empezar de nuevo, como tantas veces.

Para terminar con:

En la hipótesis de seguir escribiendo, lo que más necesito es una cuota generosa de tiempo. Soy lento: he tardado quince años en pasar del mero nacionalismo a la izquierda; lustros en aprender a armar un cuento, a sentir la respiración de un texto; sé que me falta mucho para poder decir instantáneamente lo que quiero, en su forma óptima; pienso que la literatura es, entre otras cosas, un avance laborioso a través de la propia estupidez. (“El violento oficio de escritor” en Los diez mandamientos, 1965)

En 1972, entre sus papeles, se lee una confesión y testamento:

Si yo muriera mañana una parte de mi vida –esta parte de mi vida- podría parecer insensanta y ser reclamada por algunos que desprecio e ignorada por los otros a los que podría amar. Desde luego esa reivindicación personal no es lo que más importa (aunque no sea capaz aún de renunciar a ella), lo que importa es el proceso que ha pasado por mí, la historia de cómo yo cambié y cambiaron los demás y cambió el país.

Este cambio en Walsh está íntimamente ligado a la escritura, entremezclado con ella, hecho cuerpo en su propio cuerpo. Para que lo que dice exista, necesita escribirlo.

Imagino también –dice y escribe- un inventario de las cosas que quiero Lilia mis hijas el trabajo oscuro que hago los compañeros el futuro los que no obedecen los que no se rinden los que piensan y forjan y planean los que actúan el análisis claro la revelación de lo escondido el método cotidiano la furia fría los títulos brillantes de mañana la alegría de todos la alegría general que ha de venir un día la gente abrazándose la pareja en su amor la esperanza insobornable la sumersión en los otros (Rodolfo Walsh. Ese hombre y otros papeles personales, 2007: 198)

Y luego la larga lista de lo que odia, que no copio para no herir susceptibilidades. Sin embargo, no puedo evitar volver sobre el final. Los diarios personales de Walsh tienen la potencia de un huracán aunque se originen en un susurro. Dice/escribe allí:

¿Qué hago yo con todo eso? Empiezo a juntarlo y empiezo a mirarlo empiezo a estudiarlo empiezo a ver si se deja escribir. Y si no se deja mala suerte… porque si no es sobre eso no vale la pena escribir sobre nada.

Siento un mandato al recordar a Walsh por el hombre que escribe, el que se debate en ese extraño oficio/vicio incomprensible para la mayoría de los hombres y mujeres. En él la pulsión por escribir se lleva por delante cualquier otro gesto, todo otro deseo, toda disciplina. Lo que nunca podrá dejar de hacer, aunque sea el oficio más burgués que se conozca, será escribir. Relacionado con el no ser escuchado, con el querer decir en un mar de silencio y oídos sordos -entre los que se encuentran los militares pero también la cúpula de Montoneros, los peronistas, las camisetas peronistas, el colegio de internados al principio, las editoriales, los diarios, un largo etc.- Walsh sabe que si no pone por escrito eso que piensa, eso que dice se perdería irremediablemente. Y sabe también que lo que dice, si lo pone por escrito, conseguirá alguna vez torcer el rumbo de las cosas, permitirá observar con detenimiento, analizar, probar, enjuiciar… y corregir el rumbo de las cosas. Poner por escrito significa para Walsh saber la verdad y actuar según la racionalidad extrema de lo planificado meticulosamente. Lo importante es dar en el blanco, ganar la partida mediante el cálculo milimétrico en el que una palabra o una cita mal puesta significan tanto o más que un mal movimiento de ajedrez. Toda escritura en Walsh desafía y espera una respuesta: el jaque se revela cuando deja a su oponente casi mudo. Esa es su gracia. Ese es su juego.

Ahora bien, para Walsh no es un juego. Cree en la escritura y en las posibilidades precisas de la escritura. Por eso es lo que no puede dejar de hacer, cree en el poder de la escritura, en su carácter revulsivo y revolucionario. Por eso escribe la “Carta a la Junta Militar”. Como en Operación Masacre y en sus otros textos no ficcionales, hay más todavía: la creencia en la performatividad de la escritura como dije pero también la irrevocable sensación de estar salvando algo en medio del desastre “para que relumbre” –Tesis de la historia de Walter Benajmin- en los momentos de peligro por venir, porque habrá otros momentos de peligro. En su “Carta…”, Walsh lo dice con claridad y nos lo hace saber: somos una generación vencida y como todavía sabemos “los enemigos no han dejado de vencer”. Walsh sabe que no puede dejar de escribir porque quien escribe deja testimonio, es el testigo en su escritura.

Quienes escribimos esperamos la próxima jugada. Habrá que aprender a escribir mejor en todo caso, habrá que entrenarse. Leer a Rodolfo Walsh será la mejor manera al tiempo de tener en cuenta, según sus precisas indicaciones, la nota al pie, el error de imprenta, la cita, lo mínimo, el detalle: ellos contienen la verdad de los hechos, el punto ciego, el implícito. Tristemente, cuando Walsh va hacia su última cita no ve el error sino a último momento… cuando ya es tarde. Sobre la mala cita, podrida, se cierne la muerte.

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Apuntes biográficos https://biblio1.mdp.edu.ar/revista/article/apuntes-biograficos/ https://biblio1.mdp.edu.ar/revista/article/apuntes-biograficos/#respond Fri, 17 Aug 2018 17:32:02 +0000 Por Nicolás Reydó* http://biblio1.mdp.edu.ar/revista/?post_type=article&p=109 Apuntes biográficos Por Nicolás Reydó

    Toda  vida está  hecha de misterios y contingencias. Suele  decirse, con cierta facilidad, que para valorar una trayectoria hay que tener en cuenta la relación entre los aspectos biográficos y aquellos accidentes o azares que produjeron algún desvío del camino transitado. Esta afirmación, sin embargo,  nada dice acerca de las proporciones entre historia y acontecimientos, ni del modo en que las miradas sobre un personaje ponen la atención en ciertos hitos icónicos que rodean un nombre, sin reparar en los dilemas que tuvo que asumir.

    La relación entre el pasado y los signos de un presente que lo desborda, en el caso de Rodolfo Walsh, requiere de una imaginación singular. Nacido hace  noventa años, el 9 de enero del año 1927 en Choele Choel (actual Lamarque), provincia de Río Negro, fue el tercer hijo de Miguel Esteban  Walsh y de Dora Gill, matrimonio argentino de ascendencia irlandesa, lo que determinó de modo decisivo su educación: a los 10 años fue enviado como pupilo al Instituto Fahy, un colegio a cargo de monjas y curas irlandeses, ubicado en la provincia de Buenos Aires. Allí no solo aprendió inglés, sino  que conoció los rasgos del rigor autoritario de esa atmósfera escolar, algo que permite suponer huellas en su carácter y un material valioso para sus futuras incursiones literarias. Los cuentos de la serie de los irlandeses reconocen los ecos de esa indeleble experiencia de la infancia.

    A los 17 años, Walsh abandonó sus estudios secundarios y comenzó a trabajar en la editorial Hachette como traductor y corrector de pruebas de  galera, inaugurando un largo periplo en el mundo editorial. Recién a los 22 años terminó la secundaria para luego cursar dos  años en la carrera de Letras. En el transcurso de esos años, entre 1944 y 1945, se acercó al grupo católico de derecha Alianza  Libertadora Nacionalista, atraído por el nacionalismo y el antiimperialismo británico, un tono forjado desde su filiación irlandesa. Años más tarde Walsh abjuró de aquella temprana militancia: “La Alianza fue la mejor creación del nazismo en la Argentina […]. Hoy me parece indiscutible que sus jefes estaban a sueldo de la Embajada alemana”.

    Su  relación  con el peronismo  fue muchas cosas menos sencilla. El 17 de octubre de 1945 lo encontró en Plaza de Mayo exigiendo, junto a la multitud obrera, la libertad de Perón, sin que eso significase suscribir esa identidad política. En el año 1955 apoyó el derrocamiento del general, con señalamientos precisos respecto a la forma organizativa y a la burocratización de sus cuadros dirigentes, perspectiva que difiere radicalmente de los argumentos golpistas.

    En esos años se abocó con relativo éxito a la redacción de cuentos policiales, tal vez un tanto empujado por el impulso a la experimentación literaria y otro tanto, como él mismo ha señalado, para evadir la dureza de un régimen poco afecto a la libre expresividad. Ya en 1953, fue premiado en un concurso de cuentos organizado por Emecé por un jurado compuesto por Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y Leónidas Barletta; mientras, su trabajo como periodista en las revistas Leoplán y Vea y Lea  le permitió publicar algunos de sus cuentos. Quien sostenía su economía diaria era su mujer, María Elina Tejerina, profesora de Letras a quien conoció en 1949 en un evento literario en la Biblioteca Nacional. Con ella se casó un año más tarde y tuvo a sus dos únicas hijas: Victoria y Patricia.

    En 1956 una inesperada señal, la de “un fusilado que vive”, lo arrastró hacia una deriva impensada que lo marcó de manera decisiva. La investigación que realizó sobre los fusilamientos en los basurales de José León Suárez determinó una singular combinatoria: la tensa pero fructífera relación entre compromiso, investigación política y literatura. Esa propensión lo llevó a aceptar el convite de su amigo Jorge Masetti para fundar, junto con Rogelio García Lupo, la agencia Prensa Latina, un ensayo de contrainformación que tuvo su momento crucial cuando Walsh interceptó accidentalmente y descifró, valiéndose de un manual de criptografía, un cable de la Embajada estadounidense en Guatemala dirigido a la CIA en el que se anticipaba la invasión norteamericana a la isla. Inestimable colaboración para preparar el plan y las fuerzas de la resistencia.

“Un intelectual que no comprende lo que pasa en su tiempo y en su país es una contradicción andante, y el que comprendiendo no actúa, tendrá un lugar en la antología del llanto, no en la historia viva de su tierra”.R.W.

      Walsh volvió a Argentina en 1961 profundizando su camino como escritor que se bifurca entre la literatura y la política. Los años siguientes fueron de gran productividad: publicó sus dos obras de teatro, La granada y La batalla (ambas de 1965), y sus libros de cuentos Los oficios terrestres (1965)   y Un kilo de oro (1967).

    En 1967 regresó a Cuba invitado por su amigo Paco Urondo para ser jurado del concurso literario Casa de la Américas y participó también en un congreso de intelectuales latinoamericanos. Pocos meses antes del viaje conoció a Lilia Ferreyra, su última compañera.

    Durante la última etapa de su vida, Walsh asumió tareas ligadas a las insurgencias de su tiempo. Tras entrevistarse con Perón en Madrid y vincularse por su intermedio al sindicalista Raimundo Ongaro, le fue encargada la redacción del semanario de la CGT de los Argentinos, periódico que dirigió desde 1968 hasta 1970.

    En  1970  emprendió  su militancia  en distintas organizaciones del peronismo revolucionario, las que luego de distintos procesos de síntesis y fusiones confluyeron, en 1973, en la organización armada Montoneros. Mantuvo serios contrapuntos con la conducción de esta última alrededor de su pasaje a la clandestinidad y del carácter militarista que iba dominando el quehacer y el estilo militante en detrimento de perspectivas políticas capaces de sintonizar con la situación real de las clases populares, producto de, según Walsh, un “déficit de historicidad”. En esos años trabajó como periodista en el Semanario Villero y en el periódico Noticias y fundó, en marzo de 1976, tras el golpe de Estado, ANCLA y Cadena Informativa, dos herramientas fundamentales para el ejercicio de la contrainformación en plena dictadura. En los meses siguientes, recibió dos durísimas noticias: grupos militares emboscaron a Paco Urondo y mataron a su hija Victoria.

    El 25 de marzo de 1977 Rodolfo Walsh fue asesinado en el barrio de San Cristóbal y secuestrado por un grupo de tareas de la ESMA, luego de escribir y dejar en el correo su “Carta abierta de un escritor a la Junta Militar”, en la que pone de manifiesto la relación entre la muerte y el modelo económico que la dictadura pretendía instituir a través del terror como régimen de “miseria planificada”. Sus restos, al igual que muchas de sus obras y escritos inéditos, continúan desaparecidos. 

Rodolfo Walsh : los oficios de la palabra / Roberto Ferro … [et al.]. – 1a ed. –   Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Biblioteca Nacional, 2017. 120 p. ; 27 x 20 cm. ISBN 978-987-728-084-5  

  1. Política Argentina. 2. Literatura Argentina. 3. Periodismo de Investigación. I. Ferro, Roberto   CDD A860

Nicolás Reydó,  Investigador de la Biblioteca Nacional

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