Con un planteo riguroso, y cabe destacar, totalmente carente del dogmatismo tan vigente en el psicoanálisis de esta época, Victor Iunger aborda importantes cuestiones que hacen a la teoría y experiencia psicoanalíticas.
El pasaje al acto, el pánico, la contratransferencia, la cuestión de los celos, el análisis de la pertinencia freudiana de los tres registros planteados por Lacan, Real, Simbólico e Imaginario, las modalidades de la falta en la teoría de Lacan, la cuestión de la Verneinung, el historial de Lucy constituyen entre otros, capítulos destacables de este libro.
Se trata de un axioma que hace a la lógica del psicoanálisis y le otorga valor de verdad a su estructura conceptual y a su experiencia. Testimonio de esta coherencia es justamente la libertad con la que el autor considera, interroga y hasta disiente cuando es necesario con los maestros, haciendo honor justamente por eso a sus enseñanzas de las que se reconoce, de esta manera, deudor.